"Y, ¿si fuera ella?" pensó él en ese último momento con el corazón partío sabiendo que siembre iba a ser de noche.
"Hoy que no estás y la margarita dijo no, mirando un charquito de estrellas saludo con un 'amiga mía' a alguien que se me fue pronto. Y si hay Dios que te agradezco, aunque no fuéramos posibles, todo aquello que me diste" pensó ella melancólica.
"Han pasado ya tres años y, cuando nadie me ve, dentro del universo de pequeñas cosas que podría ser yo sólo quisiera ser lo necesario para que me quieras, aun sin tener claro qué es eso.- recordaba él entristecido- Pero llega, llegó (hace un trienio) Soledad y no se marcha. Así que, con el alma al aire, desprotegida, me iré; a pesar de que hicimos un trato y, no estoy seguro, pero tiene que ser pecado este silencio que recorre nuestra calle una noche sí y otra también."
20 años han pasado del inicio de esta historia. O más. Porque Más ES Más.
Lisístrata
martes, 27 de junio de 2017
A.S
miércoles, 14 de junio de 2017
Carta al cielo
Lo siento. Todavía no concibo mi vida sin ti.
Protagonizabas mis mañanas, mis noches, mis momentos. Es muy fuerte aprender a vivir sin tu compañia y se que estas conmigo,pero necesito que me digas que todo estará bien. Que me amas y estarás orgulloso de lo que he hecho asta ahora y estés contento con cada uno de mis triunfos.
Quiero agradecerte por que te convertiste en luz, pero no e dejado de echarte de menos. Te escribo, para decirte que te recuerdo y que espero, que tú, pienses en mi y extrañes estar conmigo, con tu hija, con tu bebe, tu niña, tu princesa... Por cierto, sigo añorando tus paellas, nadie las hace como tú. También extraño los insomnios compartidos y tus enseñanzas, me dijiste que cambiaría el mundo, que estudiará y me portará bien. Espero estar haciéndolo bien, y cuando esté preparada, espero estar contigo de nuevo. Un beso de la tierra al cielo.
#milsonrisas
martes, 13 de junio de 2017
Querido amor de mi vida
Quiero que aparezcas. Quiero dormir contigo. Dormir, dormir: quiero ver cómo bostezas mientras el sueño te quiere separar de mí, quiero ver cómo haces un último esfuerzo para desearme buenas noches y caer dormido. Claro que serían buenas noches a tu lado. Quiero despertar contigo, ver tu pelo despeinado y tus ojos recién abiertos. Quiero cogerte de la mano e ir a cualquier sitio, me da igual dónde. O quedarnos en casa leyendo un libro, jugando a algo o simplemente mirándonos a los ojos. Quiero que me consideres tu confidente, y que te consideres el mío. Quiero que cocinemos juntos. Quiero andar a tu lado. Quiero verte conseguir tus metas y que me veas lograr las mías. Quiero verte sonreír, llorar, cantar, bailar, dormir, embobarte. Quiero verte. Quiero ver el mundo a tu lado. Quiero descubrir cosas nuevas contigo. Quiero poder ver reflejado en tus ojos nuestro amor. Quiero que la Amortentia nos huela al otro. Quiero entender tus expresiones. Quiero envejecer a tu lado.
Te prometo estar siempre para ti cuando me necesites. Te prometo no impedir que te quieras. Te prometo no ocupar tu vida entera, si no ser el complemento ideal. Te prometo tener siempre una sonrisa para ti, aunque alguna sea tristona. Te prometo ver tus pelis favoritas los domingos en el sofá y los sábados, las mías. Te prometo que iremos a ver a tu madre, por muy mal rato que pueda pasar. Te prometo que mis brazos siempre estarán aquí para ti. Te prometo que mis ojos se oscurecerán al verte siempre como el primer día. Te prometo no compararte con ningún ex. Te prometo ser siempre absolutamente sincera. Te prometo que confiaré en ti. Te prometo que estos ojos negros no mirarán con el mismo amor que con el que te miran a ti más que a su reflejo. Te prometo recordarte todas las razones por las que vales (y mucho) la pena. Te prometo enseñarte todas las razones por las que mereces ser querido. Te prometo que intentaré que seas feliz a mi lado.
Pero, por favor, ven.
Se despide, el amor de tu vida.
martes, 6 de junio de 2017
No hay derecho
No hay derecho a que yo, por el hecho de ser mujer, tenga que agachar la mirada ante una mirada lasciva. No hay derecho a que yo, por el hecho de ser mujer, tenga que hacer oídos sordos a comentarios machistas. No hay derecho a que yo, por el hecho de ser mujer, tenga que escuchar esos comentarios. No hay derecho a que yo, por el hecho de ser mujer, sea más juzgada por mi físico que por mi intelecto. No hay derecho a que yo, por el hecho de ser mujer, tenga prioridad en los asientos del transporte público. No hay derecho a que yo, por el hecho de ser mujer, no pueda "arreglarme" para mí misma exclusivamente. No hay derecho a que yo, por el hecho de ser mujer, sea cosificada. No hay derecho a que yo, por el hecho de ser mujer, entre gratis a discotecas. No hay derecho a que yo, por el hecho de ser mujer, no pueda salir sola por la calle. No hay derecho a que yo, por el hecho de ser mujer, tenga que sentirme amenazada constantemente. No hay derecho a que yo, por el hecho de ser mujer, sea minusvalorada en los deportes. No hay derecho a que yo, por el hecho de ser mujer, tenga que desear ser madre. No hay derecho a que yo, por el hecho de ser mujer, tenga que casarme para ser considerada mujer respetable. No hay derecho a que yo, por el hecho de ser mujer, no sea considerada apta para las ciencias teóricas y experimentales.
No hay derecho a que él, por el hecho de ser hombre, tenga que ser permanentemente valiente. No hay derecho a que él, por el hecho de ser hombre, tenga que esconder su lado sensible. No hay derecho a que él, por el hecho de ser hombre, tenga que ser el azul su color favorito. No hay derecho a que él, por el hecho de ser hombre, sea objeto de burla si le gusta peinar, cocinar o bailar. No hay derecho a que él, por el hecho de ser hombre, tenga que sentirse obligado a mantener económicamente a nadie. No hay derecho a que él, por el hecho de ser hombre, tengan que apasionarle algún deporte de contacto o equipo. No hay derecho a que él, por el hecho de ser hombre, tengan aue gustarle las películas y series de miedo. No hay derecho a que él, por el hecho de ser hombre, tenga que beber cerveza y amar los coches. No hay derecho a que él, por el hecho de ser hombre, tenga que mantener una masculinidad estereotipada y creada por el machismo.