"Y, ¿si fuera ella?" pensó él en ese último momento con el corazón partío sabiendo que siembre iba a ser de noche.
"Hoy que no estás y la margarita dijo no, mirando un charquito de estrellas saludo con un 'amiga mía' a alguien que se me fue pronto. Y si hay Dios que te agradezco, aunque no fuéramos posibles, todo aquello que me diste" pensó ella melancólica.
"Han pasado ya tres años y, cuando nadie me ve, dentro del universo de pequeñas cosas que podría ser yo sólo quisiera ser lo necesario para que me quieras, aun sin tener claro qué es eso.- recordaba él entristecido- Pero llega, llegó (hace un trienio) Soledad y no se marcha. Así que, con el alma al aire, desprotegida, me iré; a pesar de que hicimos un trato y, no estoy seguro, pero tiene que ser pecado este silencio que recorre nuestra calle una noche sí y otra también."
20 años han pasado del inicio de esta historia. O más. Porque Más ES Más.
Lisístrata
martes, 27 de junio de 2017
A.S
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