Miedo.

Oscuridad, arañas, muerte, abejorros, ruidos nocturnos o incluso al bulto de ropa sobre la silla al lado de la cama que parece un asesino al acecho.Es lógico tener miedo a algo de esto, sin embargo, mi único miedo es la soledad, temo que uno a uno todos salgan por la puerta sin mirar atrás, sin atender a los todos los recuerdos comunes, y no vuelvan más.Cuando yo tenía 5 años, pensaba que siempre iba a estar con los amigos que tenía entonces, que me casaría con el que era mi marido en el juego de papás y mamás, que me convertiría en princesa cuando fuera mayor y ¿sabéis qué? Puede que no tenga palacios, ni joyas, ni carrozas, ni zapato de cristal, pero tengo a mi príncipe azul y la gente que me rodea me hace sentir como si lo fuese.A los 10 años tenía la firme convicción de que me casaría y tendría el número de hijos que me salía en el juego de saltar a la comba en el que según cuánto saltabas tendrías más o menos años al casarte, más o menos hijos, tenías hasta el lugar en el que ibas a vivir...¿Ahora? Ahora no sé nada de eso, pero soy feliz fantaseando con tener una familia de 3 hijos, mi príncipe azul y mi mejor amiga para recordarme mi propia esencia, da igual dónde.En sexto de Primaria me quedé completamente sola. Fue mi peor año, no quiero vivir eso otra vez. Por eso, mi mayor y único miedo es que todas las personas que quiero, cojan la puerta y se marchen para siempre. ¿Cómo vencer el miedo a la soledad? No se puede superar encendiendo la luz o rociando la habitación.La soledad la venzo así, escribiendo, sintiendo que nos leéis, que contamos con vuestro apoyo.Desde MadridCarmen.

Diario de unas soñadoras