Lo que más engorda del pan no es la corteza. La perfección del cuerpo de una mujer no está en la casi anorexia que tanto buscan las modelos. Hablar solo no es indicativo de locura. El mejor sentimiento no es la alegría. Ser expresivo no es algo malo. Tratar de sonreír a todas horas no es lo mismo que ser feliz todo el rato. Es imposible tener una lista de amigos superior a 10, aproximando a lo alto. No es fortaleza si no se ha tenido más remedio que superar algo para sobrevivir. Siempre habrá personas a las que les guste humillar. A veces el mejor es el último. Las personas pueden desaparecer de un día para otro. No se debe esperar que el resto sienta como uno mismo. La soledad ayuda a encontrarse con uno mismo. La risa puede ser la mejor arma, tanto de ataque como de defensa. Todas las personas deberían tener por lo menos un solo amigo en quien desahogar sus miedos, tristezas y alegrías. Un libro puede consolar más que algunas personas. La lectura debería considerarse droga, aunque legalizada, debido a su alto grado de adicción. Todos tienen cicatrices, aunque no sean tan visibles como la de Harry Potter. La homosexualidad no es una enfermedad, la cerradez de mente para aceptar lo distinto a uno mismo, sí. Cosas que no todo el mundo sabe o quiere ver. No es bonito reconocer que la parte que mucho de nosotros preferimos es la que más engorda, o que esa chica a la que los "amigos" del barrio llaman "gorda" tal vez se acerque más a la perfección que tú que te esfuerzas en mantener ese cuerpo recto privándote del chocolate o la pizza. Tal vez no se sepa que hay estudios que aseguran que hablar solos es indicativo de inteligencia y ayuda a organizar las ideas en nuestra cabeza y que, a veces, es necesaria una buena dosis de tristeza, nostalgia o rabia. Es complicado lanzarse a mostrar los sentimientos de uno, es exponerse a que el otro los coja y los estruje haciéndote más daño del que ya sentías, pero tal vez el otro los coja y te vaya dando pequeñas dosis de eso que antes te superaba para que poco a poco los venzas y vuelvas a estar bien. E igualmente complicado es entender que detrás de la sonrisa de la chica o el chico que está sentado a tu lado hay algo que le hace sentirse regular, pero no se atreve a hablar, y que siempre se puede ayudar a esa persona: a veces solo necesita que te mantengas a su lado en silencio, sin hablar, pensando los dos en silencio; otras necesitará un abrazo, pero no de ésos de "todo va a ir bien" sino un abrazo que diga "aunque nada vaya bien, yo estaré aquí, háblame, me verás." Creedme, en eso hablo desde la experiencia (gracias, Sorella P). ¿Cuántas personas si hoy mismo te encontraras en la calle sin recursos, te ayudarían seguro? ¿A cuántas personas podrías llamar a las dos de la mañana por un problema tuyo sin que te quisieran matar? Las personas que estén en las dos listas a la vez, ésas son tus amigas, ¿cuántas son? Vale, era una pregunta retórica, quería que tú supieras la respuesta, eres el único interesado por esa información. Tal vez esa persona a la que llaman "puta" o "marica" o "negro" o cualquier calificativo despectivo sea una superviviente, tal vez las cosas que los humilladores entienden como "razones para insultar" ella haya encontrado la motivación para seguir con su vida pasando de esos humilladores que no son capaces de aceptar a quien es diferente de ellos en algún punto o, incluso, a quien es igual a ellos en algún aspecto que odian e intentan camuflar por miedo a pasar al lado de los humillados. Todos los puntos de mi primera enumeración se solucionarían fácilmente. Da un libro a cada uno, pasarán de criticar a los demás, a preocuparse más de la vida de los personajes favoritos y a criticar a sus mejores amigos, los escritores, cuando matan a sus amigos literarios. Mejor, ¿no? Si no hay nadie con ganas de humillar ni que se cree superior, no hay miedo a ser humillado por la forma de ser, por lo que cada persona sería ella misma y un poco más feliz... La solución sería enganchar a todos a la lectura, porque así además la sociedad crecería en cuanto a forma de expresión y diría menos atrocidades como "la dije que..." o "cocreta"... Ahora en serio, ¿quién fue la primera asesina de letras que dijo "cocreta" y qué clase de palabra quería crear? ¿Una especie de fusión entre croqueta y coqueta? ¿Una palabra con la que se pudiera denominar a una croqueta coqueta? Y, por favor, ¿Cómo podría una croqueta ser coqueta?
Lisístrata.