jueves, 1 de diciembre de 2016

Querida Luna

¿Cuántos grandes poetas te han dedicado sus versos? ¿Cuántos científicos han dirigido a ti sus telescopios para analizarte?
Yo te vengo hablar de algo muy distinto. Sé que de pequeña me seguías cuando iba en el coche, no es que yo fuera inocente…
Creo que amas a todos los seres vivos. Por eso aguantas los aullidos de los lobos que alzan sus hocicos a ti, los ladridos de los perros, las fotografías mal hechas por los humanos que nos empeñamos en materializar todos los recuerdos. Por eso intentas seguir a todos los coches en los que viajan niños…
A mí me gustaría saber para cuántos eres hoy luna de miel, cuántos te ven por primera vez hoy, cuántos te escriben al igual que yo, cuántos tienen tanta hambre que ven en ti un queso, cuántos suspiros te llegan, cuántos enamorados te miran hoy sintiéndose unidos en la distancia al mirarte, cuántos estudiantes vuelven a ti su mirada para redirigirla a sus apuntes sabiendo que esta noche no dormirán.
¿Qué se siente ahí arriba? ¿Ves alguna pareja paseando? ¿Alguna lectora empedernida? ¿Es verdad lo que dice Melendi de que a veces te quedas apoyada en el hombro del sol a vernos?

¿Sabes? Te admiro. Tú estás ahí, sola, arriba, la gente dice que ni siquiera tu luz es propia, y a pesar de ello, sigues regalándonosla, sigues preocupada por nuestras vidas, sigues magnífica.
Lisístrata.

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