KP.“La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida, antes de que el telón baje y la obra terminé sin aplausos.”
domingo, 25 de enero de 2015
No se permiten ensayos
Vivimos en un mundo en el que no sólo se ha abandonado el latín, sino que también su famoso "Carpe diem" que traducido significa "Coge el día", ya no importa el que a lo mejor no tengas oportunidades que no se vuelvan a repetir ni que estamos envejeciendo, y que, según vayamos haciéndolo hay cosas que ya no podremos realizar. Ahora lo que importa es el: "¿Qué harás mañana?¿Qué harás con tu vida cuando termine la etapa que estás viviendo?" Pero, esto es algo que nos inculcan, o, ¿No os acordáis cuando de pequeños decíamos cosas como: "Cuando sea mayor quiero tener dos hijos que se van a llamar Rodrigo y María, seré médico y curaré todas las enfermedades del mundo"? Convertimos un juego de niños en nuestra vida y convertimos el presente en el futuro.La verdad es que para mí no hay nada peor que que me pregunten que voy a estudiar, porque provoca una larga fila de pensamientos y una corta respuesta: "No sé" y su mirada provoca que me avergüence de mi incertidumbre, lo siento, dejé de planear mi vida a los 5 años y ahora mismo estoy improvisando. Quizá no logres entender que mí "No sé" no es solamente un modificador oracional más un verbo, tal vez en ese momento no entiendas que no sólo alberga incertidumbre sino que también hay un poquito de mis miedos y un grito silencioso de socorro. Te pido ayuda para no equivocarme muchas veces y, si lo hago, a rectificar, para afrontar el alejamiento de la gente porque el futuro les llama a formar filas, simplemente ayúda para que cuando me hunda pensando en: "¿Que haré mañana?¿Cuántos se quedarán en el hoy?", me pueda levantar. Quizá debamos seguir lo que nos han inculcado y mirar siempre hacia delante, pero, también nos podrían inculcar el no mirar hacia atrás para no arrepentirnos de las cosas que no hicimos. Desde Madrid,
KP.“La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida, antes de que el telón baje y la obra terminé sin aplausos.”
KP.“La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida, antes de que el telón baje y la obra terminé sin aplausos.”
viernes, 23 de enero de 2015
En busca de un buen puerto.
¿Sabéis cuando sentís enfado, tristeza, rabia, desolación... todo en ese orden? Es un bucle infinito del que nunca puedes salir sola, necesitas a alguien, una tabla salvadora que flota en el mar tras un terrible naufragio. Subes a esa tabla y, sabiéndote a salvo de la muerte gracias a ella, te desahogas: primero te apenas por haber perdido lo que tuvieras en el barco y te hacía feliz, después te enfadas con el responsable del naufragio, luego te entristeces por enfadarte y vuelves al cabreo por entristecerte, tristeza por sentir enfado, enfado por sentir tristeza y así infinitamente hasta que la tabla te lleva a buen puerto, a un lugar seguro 100%, y sientes alivio y fuerzas para seguir adelante. A veces sin embargo se ve venir el naufragio aún con el barco a flote. Algo que dice alguien, algo que observas en alguien..., te indica que ese barco y su travesía tienen fecha de caducidad. ¿Qué haces en ese caso? Yo cogería el timón y haría un cambio de rumbo, directa al puerto o playa del que salí con el fatídico y caduco barco para mantener intacta mi persona.El problema es que, muchas veces, lo que nos perjudica, nos hace felices, nos gusta. Y cuando te alejas de lo que te hace mal, te alejas de lo que te hace feliz. Por eso cuesta dar la vuelta al barco o, si en el barco hay 2 cocapitanes, saltar del barco y nadar a la orilla. Pero a veces es mejor huir, por lo que perdonad si me alejo de las cosas que me perjudican: vicios, lugares, personas..., algunos lo llaman egoísmo, yo lo llamo amor propio.Desde el "Mary Celeste"Carmen
domingo, 18 de enero de 2015
Las modas son pasajeras.
Si crees que no estoy a la moda, tengo que comunicarte que hay algo llamado personalidad y que las modas son pasajeras.
Si piensas que leer puede ser perjudicial para mí, puedes llevar razón, pero, ¿Por qué respiras si vas a morir?. Nos arriesgamos a que un libro nos parta el corazón para poder tener más vidas que un gato, para observar directamente el alma de un escritor, para que nos influya de manera positiva la forma de ser de cada personaje, o simplemente para sentarte en un sillón con una manta por encima, un chocolate caliente en la mesa, la mente en blanco y viajando a otros lugares, así que tienes razón puede ser perjudicial, pero, me da la vida. Si opinas que soy borde porque con cada saludo no te regalo una sonrisa, es porque mi madre me enseño a ser educada, no una hipócrita. Si crees que me comporto como una niña riéndome mucho y hablando demasiado es porque el mañana no está asegurado, así que lloraré, saltaré, reiré y correré por no desaprovechar el tiempo que tengo para hacerlo. Si piensas que intento llamar la atención es porque simplemente no he nacido para pasar por la vida de puntillas, sino con tacones y dejando huella. Me puedes llamar insensible por alejarme de las personas que en el pasado me hicieron daño y ahora la vida los ha hundido, pero, verás a mi corazón le llevó formarse 9 meses y no voy a permitir que lo aplaste la misma persona una y otra vez. Si opinas que soy egoísta por distanciarme de la gente, los lugares, las cosas... que me perjudicaban, adelante, yo lo llamo amor propio. Si crees que no soy paciente por hacer todo rápido, bueno, nunca fue conmigo el "tiempo al tiempo", el tiempo no hace nada, lo haces tú moviendo tu culo del sofá.Así que sí, puedo ser rara, chillar hasta hartarme, llorar de risa, cantar a pleno pulmón en la calle... Pero, ¿Sabes qué? No te voy a pedir perdón, y bueno, si tienes alguna crítica pues ponte mis zapatos y camina.
Desde Madrid, KP.
viernes, 9 de enero de 2015
Freddo.
Ha quedado claro que no sólo el frío nos vuelve insensibles. Una mala noticia, un amor extraviado, una pérdida cercana... Hay muchas cosas que nos vuelven frágiles y pequeños, pero, a veces, también nos pueden impulsar a que apretemos el interruptor y apaguemos la luz. Se puede decir que se construye una fortaleza alrededor, el de dentro no puede salir y los de fuera no pueden entrar. Pero siempre se intenta buscar por ambas partes una grieta en el fuerte. El de dentro la busca para sentir algo como felicidad, haciendo cosas que le llenan; culpabilidad, despreciando a las personas que intentan acercarse; soledad, alejando a todos mediante la creación de fosos y dejándoles allí, como si fuesen enemigos; te montas en la atracción más peligrosa, fumas, bebes, besas a desconocidos, te juntas con malas compañías, intentas provocar tus lágrimas, huyes de la gente que conoces, haces cosas que antes te avergonzaban. Y cualquier chispa de algún sentimiento se convierte en un rayo de luz. En cambio, los de fuera intenta sacarte de allí y ese es un trabajo de valientes, pues se arriesgan a que el frío les toque el corazón también. Pero, ¿acaso no merece la pena volver a ver reír a la persona que quieres y darse cuenta de que es por ti? ¿Que vuelva a enamorarse de la vida? ¿Que el color retorne a sus mejillas?
Y ahí están los verdaderos y permanentes rayos de sol. No en perderte a ti misma realizando cosas inconscientes, ni detrás de una pantalla llena de ganas de ver a la persona con la que se habla, no contando tu vida en alguna red social a un montón de personas que no te conocen, sino en una sonrisa cálida, unos ojos vivaces, un hombro sobre el que llorar y un abrazo de esos que curan mil males y derrumban tu fortaleza, convirtiéndola en ruinas.
Desde Madrid,
Patri.
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