Lisístrata.
sábado, 10 de octubre de 2015
28.
Me pregunto con qué sueña cada persona y si al despertar recuerda esos sueños. Me pregunto a cuántas cosas teme la gente y si tiene a alguien con quien compartirlos y superarlos. Me pregunto cuántas veces sonríen las personas y si se dan cuenta de lo contagiosas que son las sonrisas. Me pregunto qué pasa por la cabecita de un niño que sonríe con una hoja en la mano. Me pregunto qué siente en la mano y de qué textura es la hoja. Me pregunto el número de estaciones que ha resistido esa hoja adherida a su árbol, cuántas veces ha sufrido las lluvias otoñales y cuántos pájaros se han apoyado en su rama. Me pregunto hace cuánto el agua que está en mi vaso era parte de una nube. Me pregunto qué viaje habrá hecho esa nube y cuántas caras felices la habrán recibido. Me pregunto cuántas personas están sonriendo en este mismo instante, cuántas se están dando un abrazo. Me pregunto cuántas parejas están planeando su boda, cuántas están buscando un piso más grande para caber todos bien con un nuevo bebé. Me pregunto cuántos niños están diciendo "¡pues mi papá es mejor que el tuyo!" y cuántas niñas están saltando a la comba y jugando a las cocinitas. Me pregunto cuántas personas están leyendo mi entrada y a cuántas les está gustando. Me pregunto hasta cuándo podría seguir preguntándome cosas y cuál es el límite de preguntas para no aburriros. Me pregunto por qué me cuesta hacerme cuestiones. Me pregunto por qué, pensándolas, sólo se me ocurren cosas buenas y ninguna pregunta mala. Me pregunto por qué si me propongo hacerme preguntas no me cuestiono las maldades y desgracias del mundo...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario