A veces siento que todo va
demasiado rápido. Temo que, si me distraigo un segundo, la vida me arrastrará
lejos, me aplastará. Miro fotos de hace años y tenía una sonrisa tan genuina,
tan inocente… ahora sonrío, sí y mucho, pero no es la misma sonrisa: esta está
cargada de cansancio, sarcasmo e ironía. Antes sonreía porque de verdad a ratos
era feliz, ahora sonrío como arma la mayor parte del tiempo. “¡Qué complicada
está esta semana! No pasa nada, mientras pueda sonreír, todo va bien. Hay gente
pasándolo peor, no tengo derecho a quejarme.”
No quiero perder a mi niña
interior, pero es tan difícil mantenerla alejada del peligro de “madurar” …
Ella ha estado ahí siempre, me ha sostenido cuando la he necesitado. Ahora ella
agoniza y yo no hago nada. No agoniza sola, yo sufro con ella. Ella necesita
dedicación, pasión, entusiasmo, espontaneidad y estar con su mejor amiga: la
imaginación. Pero según se va creciendo el día a día se convierte en un sinfín
de obligaciones y estrés en el que no cabe el entusiasmo y la espontaneidad
está casi prohibida, en el que, por mucho que se ponga entusiasmo y pasión en
lo que se hace, siempre faltará tiempo para dedicarse a la imaginación, porque
con esta última se juega y “jugar es algo propio de niños”. Y supongo que la imaginación
se irá también. Pero yo prometo luchar por todo lo que me merezca la pena.
Prometo buscar tiempo bajo las piedras. Porque sólo es eso: tiempo.
Necesito más tiempo. No quiero
una pausa en mi vida, sólo más horas al día… Horas para centrarme, para descansar
el cerebro, para pedir perdón a quienes he ido dejando en el camino y a quienes
he fallado…por décima vez mínimo. Tiempo para llamar a Paulita y ver qué tal
está, tiempo para escribir a Julia y decirle que la echo de menos y que hace ya
casi un mes que no sé de ella, tiempo para enmendar el que se me olvidara
felicitar en su cumpleaños a mi sida (Pau), tiempo para volver a quedar con los
lectores de la TDC, incuso tiempo para leer, tiempo para pasarlo feliz,
tranquila, en familia y amigos…
Desde Madrid,
Lisístrata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario