Querido amor platónico:
No creas que tu nombre aparecerá aquí en algún momento. No soy tan cobarde como para hacerte saber esto publicándolo en una carta en mi blog.
Escribirte me cuesta más que aprobar Historia (Guillermo es testigo de lo que me cuesta...) porque supone aceptar algo que he estado evitando mucho tiempo.
He leído que si a una persona le gusta otra durante más de cinco meses, está enamorada. Yo llevo ya bastante más de cinco meses pensando en ti...
Una sonrisa surge en mis labios cada vez que pronuncio tu nombre o simplemente al pensarlo. Creo que me brillan los ojos cuando me llega un mensaje tuyo; aunque no hablemos mucho, cosa que me disgusta...
Las pocas veces que quedamos soy feliz. Lo mejor de esos días es cuando me dejas apoyarme en ti y puedo escuchar tu respiración; aunque esos ratos no superan el momento de la despedida.
Ese instante es mi favorito.
Podría estar todo el día dentro de tu abrazo escuchando atenta los latidos de tu corazón. En ese abrazo puedo dejar de fingir que sólo te considero mi amigo, puedo imaginar que somos algo más. En ese momento, con los ojos cerrados,puedo soñar que podriamos ser algo... En tus brazos me siento segura, protegida, sin miedo a nada.
Me estoy poniendo demasiado cursi, así que sólo me queda decirte, justo después de decirte lo mucho que me asusta que influyas incluso en mi manera de escribir, lo que tanto me cuesta admitir: estoy enamorada de ti.
Se despide, la chica que sueña contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario