lunes, 13 de junio de 2016

Querido papá

Querido papá:
Esta, obviamente también la dividiré en tres y... También porque yo lo valgo.
Querido papá: no sé los motivos que te llevaron a irte, a dejar a mamá sola. No sé nada sobre ti, así que esta parte durará poco... Gracias por ayudar a que yo nazca. Espero saber de ti en algún futuro y poder intentar entenderte...
Querido papá: a ti sí te conozco. Te conozco en dos versiones: la versión feliz, el hombre alegre, simpático y amable que conocí hace años y la versión triste, el hombre hundido, manejable y medio deprimido que eras en los últimos años... No sé cómo estarás ahora, espero que mejor. Te quería, papá. Se notaba que te preocupabas por mí. Gracias por todo lo que has hecho por mí en esos 12 años, por las veces que has evitado que mamá me hiciera más daño (aunque no fuera físico), por las veces en que trataste de remediar algo que había hecho mamá, por las veces en que me hiciste pensar que a ratos y aunque sólo fuera por ti, yo era querida ahí. Espero que vuelvas a ser el del principio, el alegre que cerraba las puertas del coche y aceleraba un poquito para que su hija se divirtiera sujetándose al picaporte y sintiendo que podía correr tanto como un coche y el que más tarde miraba a veces a su hija orgulloso mientras le decía lo guapa que estaba ese día... Gracias.
Queridísimo papi: muchas veces me has dicho que se agradece que siempre esté de buen humor y que siempre sea cariñosa en casa, pero es que cómo no serlo si en casa soy feliz, me queréis mucho, os preocupais de mí como si de Lara se tratara, como de una hija más. Gracias por todo. Gracias por aceptarme, por aguantarme prácticamente todos los fines de semana y todas las vacaciones y puentes. Gracias por todas las llamadas por las tardes para saber si he comido,si tengo exámenes o no, si he discutido con alguna amiga, qué tal me ha ido en el cole, si he contestado mal a Teresa o si estoy estudiando porque tengo exámenes y cuándo voy a ir a casa. Gracias por preocuparte siempre de que esté bien. Por hacer que tenga una familia cuando más lo necesitaba, por aceptar mis ataques de ira cuando tengo algún problema con el móvil, por nuestras tardes tirados en el salón sin hacer nada, sólo viendo pelis sin parar. Gracias por ser un padre. Te quiero, papi.
Lisístrata.

No hay comentarios:

Publicar un comentario